Aún en shock tras ver esta INCREÍBLE película.
Se merece las mayúsculas y se merece varios Oscars que espero, en unas horas, reciba.
Casi dos horas de agitación en la butaca del cine donde se hacia difícil apartar la mirada de Natalie Portman y su desquiciada Nina enfundada en esos preciosos tutús de Rodarte.
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